La libertad tiene más de un nombre
Es un país nuevo
Todo mi cuerpo y quién pensaba que era
Los ojos con los que vi mi cara en el espejo
El nombre al que me llamé
Que fui esclavizado
No era necesario en absoluto
Y las emociones que reinaba sobre mi corazón vacío
Emociones como el amor y el miedo que creía universales, humanas e ineludibles
que fácilmente cambiaba por otro
No por algo mejor o más fuerte,
sino por la libertad misma
Un juego sin reglas
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