Hablé con mi niña interior porque le dolía no haber tenido una madre amorosa. Le expliqué como si la estuviera advirtiendo antes de que ocurriera por primera vez. Le dije: “Mi amor, tengo que decirte algo difícil. Tu mamá tiene problemas de salud mental, va a ser emocionalmente volátil y a veces te castigará sin razón. Va a ser aterrador. Nada de eso será tu culpa. Incluso si te enoja o te duele, debes saber que es algo por lo que está pasando tu mamá. No podrás ayudarla y ese no es tu trabajo. Sé que es desgarrador darte cuenta de que alguien a quien amas está roto de esta manera, y lo siento muchísimo.”

No vencemos a nuestros abusadores haciéndoles más daño. Los vencemos aceptando el amor que ellos nunca se permitieron recibir.

Dejar de ver a mi mamá como malvada y verla como una niña de cuatro años. Mucho de lo que categorizamos como maldad en realidad es un niño con poderes de adulto.

Leave a comment