Lo dejé todo por el altar del olvido
Mi ambición

Fuerza de voluntad
Belleza
Lujuria
Mi vestido amarillo dorado
Mis amantes

Mi casa

Y mi deambular
Pero él no era un devoto fácil de alimentar
Así que finalmente,
renuncié a mi corazón guardado
Mi mirada fija en la habitación vacía
Mi futuro sin testigo
Mi silencio
Y sin palabras
El dolor nunca fue un castigo
Era los brazos abiertos y una invitación
A celebrarse

Leave a comment