Manos que se aferran tan fuerte
A una piedra secreta que no se rendirá
Cuanto más me acerco
Cuanto más se revela
Cuanto más quiere esconderse
Como pétalos que se cierran sobre suaves
Ojos intocables
El centro oscuro del iris
Continúa para siempre profundo
Pero desaparece tan rápido
Detrás de su visión
Detrás de mis propios ojos que ven
Corazón incognoscible
Tan experto en el juego de esconderse
Mi amigo venenoso
Todavía se niega a mostrar nada en absoluto
Se sienta cerca
de mí y me escucha hablar toda la noche
sobre nada en absoluto.
Leave a comment