Dejo a los hombres destrozados donde se les puede ver colgando cadáveres de sueños devastados
Para que sirva de advertencia a los demás
Maldicen mi nombre en las calles
Gritando y gritando sus insultos
Manchando las banderas marcadas con mi cara
Con su basura podrida
Diciéndoles a sus amigos las blasfemias que cometí contra el nombre del amor
Llamándome bruja o demonio o la llorona
Buscando refugio,

Corriendo a los brazos de los santos de la misericordia
O a la botella más cercana
Pero susurra mi nombre en oraciones de desesperación

Antes de dormirse

Arrepentirse de sus pecados contra las mujeres

Estómago vacío con los recuerdos de lo que ya no está

Lágrimas frías besando sus labios en el lugar donde una vez estuvieron los míos

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